De un autor que nos es desconocido, pensamos que esta pequeña tabla fue ejecutada a fines del siglo XVI, y bien podría tener una influencia miguelangelesca apreciable en la rotundidad del torso y de la mano izquierda que sostiene la palma. De cuidado dibujo y exquisita ejecución técnica, sólo se aprecian cambios de composición en el contorno del hombro derecho y en el cuello de la santa. Quizás llegó a formar parte de un retablo, dadas sus dimensiones y el hecho de que fuera frecuente la representación de esta santa en las predelas de los retablos de la época.