La obra es una escultura de San Vicente Mártir realizada en 1798 en madera plateada y corlada y metal. Las dimensiones de la misma son 170 x 116 cm (80 x 122 cm peana). Se halla ubicada en la capilla de San Vicente Mártir de la Catedral de Valencia. El origen de la ejecución de la imagen fue el de servir de modelo a otra imagen ya perdida que fue ejecutada por Quinzá con plata fundida. La restauración de esta pieza la hicimos en 1999 al servicio de la Fundación de La Luz de las Imágenes.
Esta imagen está en uso devocional hoy en día. Es una imagen procesional, y entre sus patologías presentaba algunas roturas imputables a la manipulación de dicha imagen en su recorrido procesional. Muy extendido e importante era el desgaste, erosión y ennegrecimiento de la capa superficial de plata. Las partes más salientes de la figura han estado más expuestas al roce y al desgaste en la manipulación de la imagen. Y como reacción química natural de la plata a los agentes sulfurosos de la contaminación ambiental se produjo el ennegrecimiento de la plata. También se la había barnizado. Este barniz se hallaba oxidado. Otro daño atribuible también a la función de imagen procesional son las roturas y pérdidas de partes de la figura. Como era el caso de la mano izquierda que presentaba pérdidas de una falange del dedo anular y meñique, o la rama de olivo, hecha de metal, que había perdido siete de sus hojas y las restantes las tenía casi todas dobladas. También había pérdidas en la manga izquierda, el hombro izquierdo, cuello de la dalmática, etc… Respecto a esto último, la cabeza debió desprenderse y había sido mal colocada mirando hacia su derecha, en vez de mirar hacia el cielo, que es como se suele representársele.
Nuestra labor de restauración en este trabajo consistió en limpiar la plata corlada y en consolidar y recolocar correctamente algunas partes que estaban mal encajadas, como las hojas de la rama de olivo, o más importante la posición de la cabeza.